Cero sentido. Sin ganas. Vacío y mudo. Y la agonía del corazón con mayor fuerza y menor compasión. Tan sola, tan triste, tan olvidada. Ente invisible, no me ves y yo tampoco me veo.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario