miércoles, 25 de abril de 2012

GP

¡Odio lo enamoradiza que soy, lo odio!

Me hiciste sentir cosquillas y nadie lo supo, ni tus manos, ni tú. No nos resultó mantener la distancia, el abrazo fue nervioso y caluroso, el frío no te detuvo. Mi necesidad se pronunció ante la tuya y así fue que tu boca me calló. No importa, nadie lo supo.


Sensaciones antes desconocidas como efecto de un beso. ¡Jamás fui tan delicada! evidentemente la ocasión, el cariño y tu sobriedad lo ameritaba. Acariciar-te en mute, besarnos tanto y... arrancarnos al cielo. Risas nerviosas por no entender lo que hacíamos, ni por qué... no importa, nadie lo supo.

Te observo de lejos... te recuerdo y vuelvo a enloquecer. Te recuerdo y casi aún puedo sentir tu olor... pero no importa, nunca lo sabrás.

Tus ojos me inspiran mujer, esto se me va de las manos.

ps: e
xiste este escrito para ti, y nunca lo sabrás.

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