domingo, 28 de julio de 2013

Lejos, lejos.

Odio mirarte. Odio tus fotografías, y aún más que te fotografíen. Odio tus ojos sonrientes, tu cara de amurrada, de concentrada, de enojada, de sorpresa, de pena y cuando levantas la ceja. Odio conocerte, pero más odio saber de ti en el peor momento. Odio tu pelo, tu manera de vestir, tus accesorios y la forma de tu cuerpo. Odio leerte, odio cada mensaje, odio cómo te expresas… y lo odio tanto como escucharte. Aunque escucharte lo odio un poco más, porque odio tu voz, y también tu risa. Pero lejos, lejos lo que más odio… es odiarte y quererte al mismo tiempo.

Me llenas, me vacías, me desarmas.-

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